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Mohs del Sur

ABCDE del Melanoma

Por qué es un tratamiento revolucionario contra el cáncer de piel

Con el aumento de casos de cáncer de piel año tras año, no es de extrañar que la gente esté ansiosa por aprender más sobre esta enfermedad cutánea potencialmente mortal. Una pregunta que nos hacen con bastante frecuencia es qué tipo de cáncer de piel es el más peligroso. 

En este artículo, te ayudaremos a comprender mejor la respuesta y cómo reducir las probabilidades de desarrollar el tipo específico de cáncer de piel que puede llegar a poner en riesgo tu salud.

¿Cuál es el cáncer de piel más peligroso?

En pocas palabras, la respuesta a esta pregunta es el cáncer de piel tipo melanoma. Aunque el melanoma ocupa un lugar bajo en la lista de cánceres de piel más comunes, es altamente invasivo si no se trata y tiene la tasa de mortalidad más alta de todos los demás tipos de cáncer de piel. 

¿Qué es el melanoma?

El melanoma es un tipo de cáncer que se origina en la epidermis, también conocida como la capa más superficial de la piel. Se desarrolla en los melanocitos, que producen melanina para crear la pigmentación marrón de la piel. 

Cuando las células de los melanocitos sufren daños en el ADN que no se han reparado, a menudo debido a una exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV), sufren mutaciones y comienzan a reproducirse sin control. Este proceso de reproducción celular rápida es lo que llamamos cáncer.

Entendiendo los peligros del melanoma

Los peligros de este cáncer de piel aumentan significativamente cuando penetra en las capas más profundas de la piel y se propaga a otras áreas del cuerpo. Esto se debe a que las probabilidades de curar un melanoma disminuyen sustancialmente una vez que se propaga o hace metástasis más allá del sitio del tumor original. 

De hecho, la tasa de supervivencia a cinco años para el melanoma en etapa III es del 62% y la tasa de supervivencia a cinco años para el melanoma en etapa IV es de solo el 18%. El melanoma en etapa III se produce cuando se propaga a los ganglios linfáticos y el melanoma en etapa IV ocurre cuando se propaga a los órganos.

Los mejores tratamientos para el melanoma

Aunque los tratamientos contra el melanoma mejoran año tras año, no hay nada que pueda sustituir a la detección temprana. La mejor manera de abordar el melanoma es detenerlo antes de que tenga la oportunidad de hacer metástasis. 

Es por esto que los dermatólogos certificados recomiendan que los pacientes realicen autoexámenes mensuales de su piel y programen exámenes anuales de detección de cáncer de piel donde un profesional capacitado examina su tejido para detectar signos de cáncer. 

Si es necesario un tratamiento para el cáncer de piel, a menudo recomendamos la cirugía de Mohs para el melanoma en sus primeras etapas. Se trata de una técnica precisa que permite al cirujano eliminar únicamente las células cancerosas, preservando la piel sana. 

Cuando el melanoma se ha propagado al sistema linfático o a otros órganos, se requiere un tratamiento más integral, que suele incluir varias cirugías, inmunoterapia, radioterapia y quimioterapia, entre otras formas de tratamiento.

Asimetría

La primera letra del abecedario, «A», significa asimetría. En los melanomas, una mitad del lunar o mancha suele ser diferente de la otra mitad. Visualice una línea que pase por el centro; si las dos mitades no se reflejan entre sí, es una posible señal de advertencia.

Irregularidad fronteriza

La «B» significa irregularidad en los bordes. Los melanomas suelen tener bordes irregulares, dentados o con muescas. A diferencia de los lunares benignos, que tienen bordes lisos y bien definidos, la irregularidad en el borde de una mancha puede indicar un motivo de preocupación.

Variaciones de color

La «C» representa variaciones de color. Los melanomas pueden presentar una variedad de colores, incluidos tonos de marrón, negro, azul o incluso rojo. Esté atento a manchas con colores desiguales o una variedad de tonos dentro de la misma lesión, ya que esto puede indicar un melanoma.

Diámetro

La «D» indica el diámetro. Si bien no todos los melanomas son grandes, un aumento de tamaño puede ser una señal de alerta. Por lo general, los lunares de más de seis milímetros (aproximadamente el tamaño de una goma de borrar de lápiz) pueden requerir una inspección más detallada. Sin embargo, es esencial recordar que los melanomas también pueden ser más pequeños, lo que enfatiza la importancia de considerar otros factores ABCDE.

Evolución

La última letra, «E», destaca la evolución. Controle los cambios en la apariencia de los lunares o manchas a lo largo del tiempo. Cualquier alteración en el tamaño, la forma, el color o la textura debe tomarse en serio. Los cambios rápidos o la evolución de una mancha pueden indicar la necesidad de una evaluación médica inmediata.

Conclusión

Autoexaminá tu piel con regularidad para detectar asimetrías, irregularidades en los bordes, variaciones de color, cambios en el diámetro y evolución de lunares o manchas. La detección temprana mediante estas sencillas pero eficaces pautas puede ser la clave para un tratamiento exitoso y, en última instancia, para la preservación de la salud de tu piel. Recordá que tu piel merece el mejor cuidado y que los esfuerzos proactivos pueden tener un impacto significativo en la lucha contra el melanoma.